Katia Novell

Violinista de la OBC.

Llegué a la clínica desesperada, con la mano paralizada, sin saber qué me ocurría.

Hacía 6 años desde que empecé a sentir sensaciones raras que fueron degenerando hasta la total paralización. Año y medio más tarde estoy totalmente recuperada y tocando mejor que nunca. El agradecimiento que siento no tiene fin.

El tratamiento es muy duro pero bien hecho es garantía de curación, doy fe.

Hay que seguir a rajatabla las indicaciones que nos dan e incluso incrementar la dificultad, en la medida que se pueda. Yo recomiendo, además, hacer terapia psicológica para enfrentar el duro proceso. Enterarse de que uno tiene distonía focal es muy duro a nivel emocional y, además, ayudará a disipar resistencias que uno genere durante todo el tratamiento.

Recomiendo calma monacal para iniciar este viaje, además de disciplina y toda la creatividad que os venga en mente.